• 2 Reyes 3:15

    Pero ahora, tráiganme un músico. Sucedió que mientras el músico tañía, la mano del SEÑOR vino sobre Eliseo,

  • 2 Reyes 3:16

    y este dijo: — Así ha dicho el SEÑOR: “Hagan varios diques en este valle.

  • 2 Reyes 3:17

    Porque así ha dicho el SEÑOR: No verán viento ni lluvia, pero este valle se llenará de agua; y beberán ustedes, sus animales y su ganado”.

  • 2 Reyes 3:18

    Esto es poca cosa a los ojos del SEÑOR; él también entregará a los moabitas en su mano.

  • 2 Reyes 3:19

    Y destruirán toda ciudad fortificada y toda ciudad importante. Derribarán todos los árboles buenos, cegarán todos los manantiales de agua y arruinarán con piedras todo campo fértil.

  • 2 Reyes 3:20

    Aconteció que por la mañana, a la hora en que se suele presentar la ofrenda vegetal, he aquí que llegaron las aguas por el camino de Edom, y la tierra se llenó de agua.

  • 2 Reyes 3:21

    Cuando todos los de Moab oyeron que los reyes subían para combatir contra ellos, convocaron a todos, desde los que apenas podían ceñirse las armas en adelante, y se situaron en la frontera.

  • 2 Reyes 3:22

    Cuando se levantaron temprano por la mañana y el sol resplandeció sobre las aguas, los de Moab vieron desde lejos las aguas rojas como sangre.

  • 2 Reyes 3:23

    Entonces dijeron: — Esto es sangre. Sin duda, los reyes han peleado entre sí, y cada uno ha dado muerte a su compañero. ¡Ahora pues, Moab, al botín!

  • 2 Reyes 3:24

    Pero cuando llegaron al campamento de Israel, se levantaron los israelitas y atacaron a los de Moab, los cuales huyeron ante ellos. E invadieron el país, matando a los de Moab

  • 2 Reyes 3:25

    y desolando las ciudades. Cada uno echó su piedra en todas las tierras fértiles, y las llenaron. También cegaron todos los manantiales de agua y derribaron todos los árboles buenos, hasta que solo Quir-jaréset quedó con sus piedras, pero los que tiraban la honda la rodearon y la atacaron.

  • 2 Reyes 3:26

    Cuando el rey de Moab vio que la batalla se le hacía demasiado difícil, tomó consigo a setecientos hombres que sacaban espada, para irrumpir contra el rey de Edom; pero no pudieron.

  • 2 Reyes 3:27

    Entonces él tomó a su hijo primogénito, el que había de reinar en su lugar, y lo ofreció en holocausto sobre el muro. Y hubo gran ira contra los israelitas, quienes se retiraron de allí y regresaron a su tierra.

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