• 2 Timoteo 1:3

    Doy gracias a Dios, a quien rindo culto con limpia conciencia como lo hicieron mis antepasados, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones de noche y de día.

  • 2 Timoteo 1:4

    Me he acordado de tus lágrimas y deseo verte para ser lleno de gozo.

Continúa después de la publicidad