• 2 Timoteo 2:3

    Tú, pues, sé partícipe de los sufrimientos como buen soldado de Cristo Jesús.

  • 2 Timoteo 2:4

    Ninguno en campaña militar se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo alistó como soldado.

  • 2 Timoteo 2:5

    Además, si algún atleta compite, no es coronado a menos que compita según las reglas.

  • 2 Timoteo 2:6

    El labrador que trabaja esforzadamente es quien debe recibir primero su parte de los frutos.

  • 2 Timoteo 2:7

    Considera bien lo que digo pues el Señor te dará entendimiento en todo.

Continúa después de la publicidad