• Apocalipsis 10:10

    Y tomé el librito de la mano del ángel y lo tragué. Y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo comí, mi estómago se hizo amargo.

  • Apocalipsis 10:11

    Y me dijeron: “Te es necesario profetizar otra vez a muchos pueblos y naciones y lenguas y reyes”.

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