• Apocalipsis 9:5

    Se les mandó que no los matasen, sino que fuesen atormentados por cinco meses. Su tormento era como el tormento del escorpión cuando pica al hombre.

  • Apocalipsis 9:6

    En aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero de ninguna manera la hallarán. Anhelarán morir, y la muerte huirá de ellos.

  • Apocalipsis 9:7

    El aspecto de las langostas era semejante a caballos equipados para la guerra. Sobre sus cabezas tenían como coronas, semejantes al oro, y sus caras eran como caras de hombres.

  • Apocalipsis 9:8

    Tenían cabello como cabello de mujeres, y sus dientes eran como dientes de leones.

  • Apocalipsis 9:9

    Tenían corazas como corazas de hierro. El estruendo de sus alas era como el ruido de carros que con muchos caballos corren a la batalla.

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