Dijo también Samuel a Saúl: Jehová me envió a que te ungiese por rey sobre su pueblo Israel; ahora pues, oye la voz de las palabras de Jehová.

El Señor me envió a ungirte... ahora pues, escucha la voz del... Señor. Habían pasado varios años en operaciones militares infructuosas contra vecinos problemáticos; y durante estos se había dejado a Saúl actuar en gran medida a su propia discreción como un príncipe independiente. Ahora se propone una nueva prueba de que posee el carácter de un monarca teocrático en Israel; y al anunciar el deber que se requería de él, Samuel le presentó su posición oficial como vicerregente del Señor, y la obligación especial bajo la cual estaba destinado a actuar en esa capacidad.

Anteriormente había hecho mal, por lo que se le administró una severa reprimenda y amenazas ( 1 Samuel 13:13 ). Ahora se le dio la oportunidad de corregir ese error mediante una obediencia exacta al mandato divino.

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