Y Mical, hija de Saúl, amaba a David; y se lo contaron a Saúl, y la cosa le agradó.

Mical [Septuaginta, Melchol], la hija de Saúl, amaba a David. Esto debió ocurrir algún tiempo después.

Se lo contaron a Saúl, y el asunto le agradó, no por ningún favor a David, sino porque vio que se convertiría en el avance de sus maliciosos propósitos, y más aún cuando, por las arteras intrigas y halagos de sus espías, se descubrieron los leales sentimientos de David.

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