Y lo echaba en la sartén, o en el caldero, o en la olla; todo lo que el garfio sacaba, el sacerdote lo tomaba para sí. Así hacían en Silo a todos los israelitas que llegaban allí. 

Lo metían en el ... caldero. La antigüedad y el uso del caldero están probados por ( Job 41:10)  y las referencias en ( Ezequiel 11:3  cf. 'Antiguos egipcios' de Wilkinson, 2:, p. 380). Sin embargo, la forma más común de cocinar la carne era asarla o cocerla ('Iliad,' 1:, 560; 2:, 480; 'Odyssey', 2:, 383).

La gente piadosa se rebelaba ante tales invasiones rapaces y profanas de los derechos del altar, así como de lo que debería haber ido a constituir la fiesta familiar y social del oferente. La verdad es que los sacerdotes se volvieron altaneros, y en muchos casos no estaban dispuestos a aceptar invitaciones a esos festines, se les enviaban regalos de carne; y esto, aunque se hizo con cortesía al principio, al establecerse con el tiempo como un derecho, dio lugar a toda la avidez rapaz de los hijos de Elí.

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