Y Saúl le juró por el SEÑOR, diciendo: Vive el SEÑOR, que ningún castigo te sucederá por esto.

Saúl le juró por el Señor. Es evidente que el juramento, "como vive el Señor", como lo usó una persona como Saúl, se había convertido en una forma común y establecida de jurar en Israel. Incluso esta promesa debe haberla convencido del rango y la calidad de su visitante; porque nadie más que el propio rey podía darle una promesa absoluta de seguridad.

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