Entonces Ezequías mandó preparar cámaras en la casa de Jehová; y los prepararon,

Ezequías ordenó preparar cámaras: almacenes, graneros o sótanos. O bien se repararon los viejos, que se habían dejado deteriorar por negligencia, o bien se construyeron otros adicionales. Los particulares trajeron sus propias primicias al templo; pero los diezmos eran recaudados por los levitas, quienes llevaban una cuenta fiel de ellos en sus diversos lugares de residencia, y transmitían la proporción asignada a los sacerdotes.

Se nombraron oficiales para distribuir raciones iguales a todos en las ciudades de los sacerdotes que, por edad u otras razones, no podían acudir al templo. Con la excepción de los niños menores de tres años, una excepción hecha probablemente por no ser considerados aptos para recibir alimentos sólidos, se llevaban listas del número y la edad de cada varón, de los sacerdotes según las casas de sus padres, y de los levitas de 20 años de edad en adelante (ver Números 6:3 ; Números 28:24 ; 1 Crónicas 23:24 ). Pero, además, también se hizo provisión para sus esposas, hijas y sirvientes.

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