Pero sucedió que en el séptimo mes, Ismael hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la estirpe real, vino, y diez hombres con él, e hirió a Gedalías, que murió, y a los judíos y caldeos que estaban con él en Mizpa.

Llegó Ismael... del linaje real. Había encontrado refugio con Baalis, rey de los amonitas, y regresó con un mal designio, ya sea instigado por la envidia de un gobernador que no descendía de la casa de David, o sobornado por Baalis para asesinar a Gedalías. El generoso gobernador, aunque fue informado de sus intenciones, se negó a dar crédito al informe, y mucho menos a sancionar la propuesta hecha por un amigo apegado para cortar a Ismael.

La consecuencia fue que fue asesinado por este mismo Ismael cuando lo recibía en su propia casa ( Jeremias 41:1 ).

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