Y David contó el pueblo que estaba con él, y puso sobre él capitanes de millares y de centenas.

David contó el pueblo que estaba con él. Los robustos montañeses de Galaad acudieron en gran número a la llamada de sus jefes, de modo que, aunque sin dinero para pagar ninguna tropa, David se encontró pronto al frente de un ejército considerable. El número de sus soldados no se indica en la historia sagrada. Josefo dice que eran unos 4.000 ('Antigüedades', b. 7:, cap. 10:, sec. 1).

Una batalla campal era ahora inevitable. Pero, al depender tanto de la vida del rey, no se le permitió salir al campo en persona, por lo que dividió sus fuerzas en tres destacamentos bajo el mando de Joab, Abisai e Ittai, el comandante de la guardia extranjera.

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