Y David envió mensajeros a los hombres de Jabes de Galaad, y les dijo: Benditos seáis de Jehová, porque habéis hecho esta bondad con vuestro señor, con Saúl, y lo habéis enterrado.

David envió mensajeros a los hombres de Jabes de Galaad. No cabe duda de que este mensaje de agradecimiento por su audaz y peligrosa empresa de rescatar los cuerpos de Saúl y sus hijos era una expresión del sentimiento personal y genuino de satisfacción de David.

Al mismo tiempo, fue un golpe de política acertada y oportuna. Desde este punto de vista, el anuncio de su poder real en Judá, acompañado de la promesa de su protección a los hombres de Jabes de Galaad, en caso de que se vieran expuestos al peligro por su aventura en Betsan, tendría un importante significado en todas las partes del país, y daría la seguridad de que les prestaría el mismo socorro oportuno y enérgico que Saúl había hecho al principio de su reinado.
 

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad