Buscad a Jehová, y viviréis; no sea que se encienda como fuego en la casa de José, y lo consuma, y ​​no haya quien lo apague en Betel.

Buscad al Señor... para que no se abra como fuego, arrasando con todo lo que se interponga en su camino. Dios es "un fuego consumidor" ( "Se encendió contra Jacob como llamas de fuego que devoran en derredor").

En la casa de José, el reino de Israel, del cual la tribu de Efraín, hijo de José, era la tribu principal (cf.).

Ninguno para apagarlo en Beth-el, es decir, ninguno en Bethel para apagarlo; ninguno de los ídolos de Betel, de los que tanto dependía Israel, pudo eliminar los juicios divinos. O, mejor, 'y no haya quien lo apague para Betel'.

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