En aquel día las hermosas vírgenes y los jóvenes desmayarán de sed.

En aquel día las bellas vírgenes y los jóvenes desmayarán de sed , a saber, sed de oír las palabras del Señor, estando desprovistos de todo otro consuelo. Si aun los jóvenes y los fuertes desmayan, cuánto más los débiles.

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