Y los hijos de Israel, los sacerdotes, y los levitas, y los demás hijos del cautiverio, guardaron con gozo la dedicación de esta casa de Dios,

Los hijos de Israel... guardaron la dedicación... con alegría. El ceremonial transcurrió con demostraciones de la más viva alegría. Los ancianos, que habían llorado en la colocación de los cimientos, estaban ahora muertos en su mayoría, si no en todos; y todos se regocijaron por la culminación de esta empresa nacional.

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