Y aconteció que al anochecer tomó a su hija Lea, y se la trajo; y él entró a ella.

Al atardecer, tomó a Lea... y la trajo a él. El amplio velo de novia envolvía a toda la persona, de modo que era imposible discernir las facciones de quien lo llevaba. Esta circunstancia favoreció la ejecución de un plan egoísta de Labán, por el cual se practicó un fraude infame sobre Jacob, y al mostrar una justa indignación, se alegó como excusa el uso del país. Nunca se debe permitir que ninguna súplica de parentesco se oponga al reclamo de justicia.

Pero a menudo la mente egoísta del hombre pasa por alto esto, y la moda o la costumbre gobiernan en lugar de la voluntad de Dios. Esto fue lo que hizo Labán, cuando dijo: "No debe hacerse así en nuestro país, dar al menor antes que al primogénito". Pero, entonces, si esa hubiera sido la costumbre prevaleciente de la sociedad en Harán, debería haber informado a su sobrino de ello en un período temprano y de manera honorable. Sin embargo, la gente de Oriente sigue siendo así.

El deber de casar a la hija mayor antes que a la menor, las artimañas que los padres hacen para librarse de la hija mayor que es sencilla o defectuosa, y en las que se ven favorecidos por el largo velo nupcial que oculta por completo sus rasgos todo el día de la boda, y la prolongación durante una semana de las festividades matrimoniales entre los mayores shiekhs, concuerdan con las costumbres de los pueblos de Arabia y Armenia en la actualidad.

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