Y en el canastillo de arriba había toda clase de manjares para Faraón; y las aves se los comieron del canastillo sobre mi cabeza.

Todo tipo de manjares para Faraón, literalmente, toda clase de comida, obra del panadero. [Así la Septuaginta, pantoon toon genoon oon Pharaoo esthiei, ergon sitopoiou.]  Las carnes se llevaban a la mesa sobre la cabeza en tres cestas, una encima de la otra, y en la de más arriba los panes. Y al cruzar los patios abiertos, desde la cocina hasta los comedores, la sustracción de las viandas por parte de un águila, un ibis, un halcón u otra ave rapaz, era un hecho frecuente en los palacios de Egipto, como lo es todavía en los países cálidos de Oriente. El riesgo de estas aves carnívoras era mayor en las ciudades de Egipto, ya que, al ser consideradas sagradas, era ilegal destruirlas; y proliferaban en tal número que eran una gran molestia para el pueblo.

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