Y he aquí otras siete vacas que subían tras ellas, pobres y muy feas y flacas de carne, cual nunca vi en toda la tierra de Egipto por mal;

He aquí otras siete vacas... pobres y feas. Siendo la vaca el emblema de la fecundidad, los diferentes años de abundancia y de hambre fueron adecuadamente representados por la diferente condición de aquellas vacas; la abundancia, por el ganado alimentándose de los más ricos forrajes; y la escasez, por las vacas flacas y hambrientas, que los dolores del hambre empujaron a actuar en contra de su naturaleza.

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