Y José los tomó a ambos, Efraín en su mano derecha hacia la mano izquierda de Israel, y Manasés en su mano izquierda hacia la mano derecha de Israel, y los acercó a él.

José se los tomó a los dos. El mismo acto de pronunciar la bendición fue notable, mostrando que el pecho de Jacob estaba animado por el espíritu de profecía.

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