Y castigaré al mundo por su maldad, ya los impíos por su iniquidad; y haré cesar la soberbia de los soberbios, y abatiré la altivez de los terribles.

Castigaré al mundo, a los impíos del mundo (cf.).

Haré cesar la arrogancia de los soberbios: el pecado que acosa a Babilonia, como se muestra en Nabucodonosor.

Los terribles, más bien, los tiranos (Horsley).

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