Porque como desciende la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace producir y retoñar, y da semilla al que siembra, y pan al que come,

Porque como cae la lluvia... y no vuelve allá, sino que riega la tierra. Los corazones de los hombres, una vez estériles de espiritualidad, serán hechos, por el derramamiento del Espíritu bajo el Mesías, para dar frutos de justicia.

Y la nieve del cielo, que cubre las plantas de la escarcha en invierno y, cuando se derrite en primavera, riega la tierra.

Y no vuelve allí, vacío, como, no vuelve en el mismo tono, o sin 'cumplir' el fin deseado.

Y lo hace producir y brotar, germinar.

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