Y yo mismo pelearé contra vosotros con mano extendida y brazo fuerte, y con ira, y con furor, y con gran furor.

Yo mismo pelearé contra ti : los judíos no solo tendrán a los caldeos, sino a Yahvé mismo, en la ira de sus provocaciones, peleando contra ellos. Cada palabra realza el carácter formidable de la oposición de Dios: "Yo mismo, con mano extendida y brazo fuerte (ya no "extendido" para "redimiros", como en el caso de Senaquerib pero) con ira... furor y gran ira".

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