Y después, dice Jehová, entregaré a Sedequías rey de Judá, a sus siervos, al pueblo y a los que quedaren en esta ciudad de pestilencia, de espada y de hambre, en manos del rey Nabucodonosor de Babilonia, y en mano de sus enemigos, y en mano de los que buscan su vida; y los herirá a filo de espada; no los perdonará, ni tendrá piedad, ni tendrá piedad.

Entregaré a Sedequías ... y ... al pueblo, y a los demás - más bien, explicativo, 'al pueblo, es decir, a los que quedan'.

En manos de aquellos que buscan su vida , contentos con nada menos que su muerte; no contentos con saquearlos y esclavizarlos.

El herirá... a filo de espada - este fue el destino de los hijos de Sedequías y muchos de los nobles judíos. El mismo Sedequías, aunque no sufrió una muerte violenta, murió de pena. (Compare con su al cumplimiento exacto; 2 Reyes 25:6).

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