Y ese día Josué tomó Makkedah, y la hirió a filo de espada, y el rey de ella los destruyó por completo, a ellos y a todas las almas que había en ella; no dejó quedar ninguno: e hizo con el rey de Maceda como hizo con el rey de Jericó.

Aquel día Josué tomó La Meca. En este verso y en los siguientes se describe la rápida sucesión de victorias y exterminios que hicieron caer a todo el sur de Palestina en manos de Israel. "Todos estos reyes y su tierra tomó Josué de una vez, porque el Señor Dios de Israel peleó por Israel. Y volvió Josué, y todo Israel con él, al campamento de Gilgal".

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