Y se encendió la ira de Jehová contra Israel, y los vendió en manos de los filisteos y en manos de los hijos de Amón.

Los filisteos y ... los hijos de Amón. Las incursiones depredadoras de estos dos vecinos hostiles se hicieron naturalmente en las partes de la tierra respectivamente contiguas a ellos. Pero los amonitas, animados por el espíritu de conquista, llevaron sus armas al otro lado del Jordán, de modo que las provincias centrales y meridionales de Canaán fueron ampliamente desoladas.

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