Y los ancianos de Galaad dijeron a Jefté: Jehová sea testigo entre nosotros, si no hacemos así conforme a tus palabras.

El Señor testifica entre nosotros. Estando su oferta acompañada del más solemne juramento, Jefté dio a entender que aceptaba la misión y que estaba dispuesto a acompañarlos. Pero, para dar una 'seguridad doblemente segura', se encargó de que la promesa dada por los diputados en Tob fuera ratificada en una asamblea general del pueblo en Mizpa; y el lenguaje del historiador, "Jefté pronunció todas sus palabras delante del Señor", parece implicar que su toma de posesión con el carácter y cargo extraordinario de juez fue solemnizada por oración, por la bendición divina, o algún ceremonial religioso.

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