Y la mujer de Galaad le dio a luz hijos; y los hijos de su mujer crecieron, y echaron a Jefté, y le dijeron: No heredarás en la casa de nuestro padre, porque eres hijo de una mujer extraña.

No heredarás en la casa de nuestro padre. Puesto que había hijos de la esposa legítima, el hijo de la secundaria no tenía derecho a ninguna parte del patrimonio, y el derecho anterior de los otros era indiscutible. Por lo tanto, como los hermanos de Jefté parecen haber recurrido a un trato rudo y violento, deben haber estado influenciados por alguna mala voluntad secreta. Creo", dice Lord Arthur Hervey ("Genealogías", p. 244), 'que Jefté era el hijo de esta aramea, nacido en Galaad en su vejez en el desierto, y posiblemente de unos 17 años de edad en el momento de la entrada en Canaán.

Cuando reclamó una parte de la tierra de Galaad, al regreso de sus hermanos de las guerras de Canaán, unos 20 años más tarde (habiéndose quedado en Galaad con las mujeres y los niños menores de edad para ir a la guerra), sus hermanos le reprocharon su nacimiento bajo y extranjero, y lo expulsaron de su tierra. O, más probablemente, los galaaditas más jóvenes, que se habían quedado con él cuando los hombres de guerra pasaron al Jordán con Josué, cuando crecieron hasta convertirse en hombres, lo expulsaron".

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