Y cuando estaban lejos de la casa de Miqueas, se reunieron los hombres que estaban en las casas cercanas a la casa de Miqueas, y alcanzaron a los hijos de Dan.

Los hombres que estaban en las casas cercanas a la casa de Miqueas se reunieron. Descubierto el robo de la capilla, aunque no hasta que el grupo expedicionario se encontraba a una distancia considerable de su viaje, Miqueas, a la cabeza de un cuerpo considerable de seguidores, inició inmediatamente una acalorada persecución.

La prontitud con la que se unieron al intento de recuperar los artículos robados permite presumir que las ventajas de la capilla estaban al alcance de todos los vecinos; y la importancia que Miqueas, al igual que Labán, concedía a sus terafines, se desprende de la urgencia con la que persiguió a los ladrones, y del riesgo que corrió su vida al intentar conseguir su restauración.

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