Luego pasé a la puerta de la fuente, y al estanque del rey; pero no había lugar por donde pasara la bestia que estaba debajo de mí.

Luego, es decir, después de haber atravesado la puerta de los esenios.

Pasé a la puerta de la fuente, es decir, a Siloé, desde donde daba la vuelta a la fuente de Ofel.

Al estanque del rey ... no había lugar para que pasara la bestia que estaba debajo de mí, es decir, a los lados de este estanque, el de Salomón, había agua en el estanque y demasiada basura alrededor para permitir el paso de la bestia

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