Y había ciertos hombres, que fueron contaminados por el cuerpo muerto de un hombre, de modo que no pudieron celebrar la pascua en ese día; y vinieron ante Moisés y ante Aarón en ese día:

Había ciertos hombres ... contaminados por los muertos. Cumplir con los últimos oficios a los restos de los familiares fallecidos era imperativo; y sin embargo, la asistencia a un funeral conllevaba una profanación ceremonial, que llevaba a la exclusión de toda sociedad y del campamento durante siete días ( Números 5:2 ). Algunas personas que se encontraban en esta situación al llegar el primer aniversario pascual, estando dolorosamente perplejas sobre el curso del deber, porque estaban temporalmente descalificadas en la temporada apropiada, y no teniendo oportunidad de suplir su falta, estaban expuestas a una privación total de todos sus privilegios, presentaron su caso ante Moisés. Los escritores judíos afirman que estos hombres eran las personas que habían sacado los cadáveres de Nadab y Abiú (véase "Coincidencias" de Blunt, p. 94).

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