Y Moisés les dijo: Quedaos quietos, y oiré lo que Jehová os mande.

Quedaos quietos... Pronto se obtuvo una solución a la dificultad: se promulgó, por autoridad divina, que a aquellos que pudieran estar descalificados, por la ocurrencia de una muerte en su círculo familiar, o incapaces por la distancia de celebrar la Pascua en el día del aniversario, se les concedió una licencia especial para observarla por sí mismos en el mismo día y hora del mes siguiente, bajo la debida asistencia a todas las formalidades solemnes (ver la nota en 2 Crónicas 30:2 ).

Pero la celebración era imperativa para todos los que no trabajaban bajo esos impedimentos. Este caso proporciona un ejemplo de legislación complementaria, de la que se darán varios ejemplos en el curso de la historia.

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