En el camino de la vida va el que guarda la instrucción; mas el que rechaza la reprensión yerra.

El (está en) el camino de la vida que guarda la instrucción: pero el que rechaza la reprensión yerra, más bien, como margen, 'hace errar'; y luego, por el bien de la correspondencia, la cláusula paralela será, 'El camino a la vida (es) el que guarda la instrucción disciplinaria', es decir, él muestra el camino a la vida (Maurer). Pero el caldeo lo toma como la versión inglesa: 'El camino de la vida guarda la instrucción disciplinaria, y el que deja la reprensión yerra.

' Gejer traduce la primera cláusula como la versión en inglés, o bien 'La forma de vida (es) mantener (el participio hebreo representando el infinitivo) la instrucción disciplinaria', es decir, la instrucción que muestra los errores de uno en la fe o en la vida, ya sea por parte de Dios con castigos o por parte de los ministros con reprensiones. 'Guardar la instrucción disciplinaria' es admitirla voluntariamente en los oídos, sopesarla bien en el corazón y mostrar aprobación por medio de la obediencia.

El sentido transitivo es el más usual del hebreo en la última cláusula, 'hace que otros se equivoquen', así como él mismo se equivoca fatalmente. 'Rechazar', o, literalmente, 'dejar la reprensión', es evitar todas las ocasiones en las que uno teme que sus pecados queden al descubierto: los sermones, las reprensiones fieles de los piadosos; y también a rehuir el castigo disciplinario que Dios impone a su pueblo creyente.

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