La integridad de los rectos los guiará, pero la perversidad de los transgresores los destruirá.

La integridad de los rectos los guiará, con seguridad, por la gracia de Dios, aunque en medio de tropiezos y peligros, a la ciudad celestial de habitación.

Pero la perversidad de los transgresores los destruirá, en contraste con la 'guía' segura de los rectos por parte de Dios, a través de su integridad. Los hombres imaginan que una política torcida, comprometedora y de cumplimiento del tiempo es el camino de la seguridad. Es realmente el camino a la 'destrucción'.

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