El necio desprecia la instrucción de su padre: Mas el que hace caso de la reprensión es prudente.

El necio desprecia la instrucción de su padre, ya sea por descuido, pereza o amor por el placer o la ganancia. Se cita a un padre como representante de los monitores de todo tipo, tanto por su autoridad especial como por el amor que impulsa la "instrucción disciplinaria" de un padre (así el hebreo).

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