El temor de Jehová es para vida, y el que lo tiene queda satisfecho; no será visitado por el mal.

El temor del Señor (tiende) a la vida; y (el que lo tiene) permanecerá (hebreo, lin-lit, pasará toda la noche; cf. Salmo 4:7 ) satisfecho, abundantemente lleno de todas las cosas realmente buenas para el cuerpo y el alma ( "Neftalí, satisfecho con el favor, y lleno con la bendición del Señor"; cf.). Tal persona es aliviada tanto de la indigencia como de los deseos inquietos ( Filipenses 4:18 ;).

No será visitado por el mal. Como está exento del mal de la culpa, así estará del mal del castigo.

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