Y pon cuchillo en tu garganta, si eres hombre dado al apetito.

Y pon un cuchillo en tu garganta, si eres un hombre dado al apetito, refrena tu glotonería como si fuera con un cuchillo aplicado a tu garganta (cf.). Es mejor poner un cuchillo en tu garganta, para tener miedo todo el tiempo del banquete, que por falta de autocontrol caer en exceso.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad