El hombre que hiciere violencia a la sangre de cualquier persona, huirá a la fosa; que nadie lo detenga.

Un hombre que hace violencia a (o bien, que es oprimido cargado con) la sangre de (cualquier) persona (hebreo, un alma; ) huirán a la fosa, azotados por los flagelos de la conciencia. Vagará, como Caín, de un lado a otro, hasta que, cansado de la vida, se arroje a los peligros.

Que nadie lo detenga. Esta es una excepción a, por el motivo expuesto en; Maurer traduce, 'temiendo que los hombres lo apresaran'. Pero la negativa hebrea, al, expresa mejor una prohibición.

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