El que guarda la ley es hijo sabio; mas el que es compañero de libertinos avergüenza a su padre.

El que guarda la ley es hijo sabio (y alegra a su padre); pero el que es compañero de libertinos avergüenza a su padre, siendo hijo necio. El mal compañerismo se opone al cumplimiento de la ley. La ley hace sabio al iluminar el entendimiento ( 2 Timoteo 3:15 ) y guiar la voluntad.

El buen compañerismo es la trampa de la juventud, debido al amor al placer tan común a los jóvenes ( cf. el compañerismo es lazo de la juventud, por el amor de los placeres tan común a los jóvenes ( cf.).

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