En ellos tendrán su morada las aves del cielo, las cuales cantan entre las ramas.

Por ellos tendrán su morada las aves del cielo, "aves del cielo". Las aves del cielo y las bestias del campo tienen esto en común, que nadie se preocupa por ellas. El Dios que se preocupa por las bestias y aves que de otro modo no se preocupan, se preocupará mucho más por Su propio pueblo.

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