Mi ojo está de luto a causa de la aflicción: SEÑOR, cada día te he invocado, he extendido mis manos hacia ti.

Mi ojo se enluta a causa de la aflicción, literalmente, desfallece o se desvanece.

Señor, cada día te he invocado, he extendido mis manos hacia ti, con el ojo, la boca y las manos, suplica el suplicante. El hombre entero debe orar para ser escuchado por Dios.

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