Los que están plantados en la casa del SEÑOR florecerán en los atrios de nuestro Dios.

Los que son plantados en la casa del Señor florecerán en los atrios de nuestro Dios, Ellos en espíritu moran siempre en el santuario de la presencia de Dios, del cual el santuario exterior es la prenda visible. La casa de Dios es para los creyentes lo que un suelo fértil es para los árboles naturales. La Iglesia, con sus ordenanzas, es 'una viña en un monte muy fértil'. Comparar.

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