1 Corintios 12:1-31

1 Pero no quiero que ignoren, hermanos, acerca de los dones espirituales.

2 Saben que cuando eran gentiles, iban como arrastrados, tras los ídolos mudos.

3 Por eso les hago saber que nadie, hablando por el Espíritu de Dios, dice: “Anatema sea Jesús”. Tampoco nadie puede decir: “Jesús es el Señor”, sino por el Espíritu Santo.

4 Ahora bien, hay diversidad de dones; pero el Espíritu es el mismo.

5 Hay también diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.

6 También hay diversidad de actividades, pero el mismo Dios es el que realiza todas las cosas en todos.

7 Pero a cada cual le es dada la manifestación del Espíritu para provecho mutuo.

8 Porque a uno se le da palabra de sabiduría por medio del Espíritu; pero a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu;

9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por un solo Espíritu;

10 a otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.

11 Pero todas estas cosas las realiza el único y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él designa.

12 Porque de la manera que el cuerpo es uno solo y tiene muchos miembros, y que todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, son un solo cuerpo, así también es Cristo.

13 Porque por un solo Espíritu fuimos bautizados todos en un solo cuerpo, tanto judíos como griegos, tanto esclavos como libres; y a todos se nos dio a beber de un solo Espíritu.

14 Pues el cuerpo no consiste de un solo miembro, sino de muchos.

15 Si el pie dijera: “Porque no soy mano, no soy parte del cuerpo”, ¿por eso no sería parte del cuerpo?

16 Y si la oreja dijera: “Porque no soy ojo, no soy parte del cuerpo”, ¿por eso no sería parte del cuerpo?

17 Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oreja, ¿dónde estaría el olfato?

18 Pero ahora Dios ha colocado a los miembros en el cuerpo, a cada uno de ellos, como él quiso.

19 Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?

20 Pero ahora son muchos los miembros y a la vez un solo cuerpo.

21 El ojo no puede decir a la mano: “No tengo necesidad de ti”; ni tampoco la cabeza a los pies: “No tengo necesidad de ustedes”.

22 Muy al contrario, los miembros del cuerpo que parecen ser los más débiles son indispensables.

23 Además, a los miembros del cuerpo que estimamos ser de menos honor, a estos los vestimos aun con más honor; y nuestros miembros menos decorosos son tratados con aún más decoro.

24 Porque nuestros miembros más honrosos no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba;

25 para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que todos los miembros se preocupen los unos por los otros.

26 De manera que si un miembro padece, todos los miembros se conduelen con él; y si un miembro recibe honra, todos los miembros se gozan con él.

27 Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo y miembros suyos individualmente.

28 A unos puso Dios en la iglesia, primero apóstoles, en segundo lugar profetas, en tercer lugar maestros; después los que hacen milagros, después los dones de sanidades, los que ayudan, los que administran, los que tienen diversidad de lenguas.

29 ¿Acaso son todos apóstoles? ¿Todos profetas? ¿Todos maestros? ¿Acaso hacen todos milagros?

30 ¿Acaso tienen todos dones de sanidades? ¿Acaso hablan todos en lenguas? ¿Acaso interpretan todos?

31 Con todo, anhelen los mejores dones. Y ahora les mostraré un camino todavía más excelente:

CAPITULO 12

EL USO Y EL ABUSO DE LOS DONES ESPIRITUALES, ESPECIALMENTE EL DON DE PROFECIA Y EL DON DE LENGUAS. Este es el segundo tema correctivo que el apóstol dirige a las asambleas corintias: el primero ya fué discutido (cap. 11:18-34).

1. acerca de los dones espirituales—Que eran una señal de la continua y eficiente presencia del Espíritu en la iglesia, que es el cuerpo de Cristo, el complemento de su encarnación, así como el cuerpo es el complemento de la cabeza. Por el amor que inunda el todo, los dones de los varios miembros se complementan recíprocamente y contribuyen para perfeccionar el cuerpo de Cristo. Los dones ordinarios y permanentes se consideran lo mismo que los extraordinarios, sin distinción específica, por cuanto ambas clases manan asimismo del divino Espíritu de vida inmanente. Los dones extraordinarios, en vez de contribuir para que los profesantes fuesen más santos que en el día de hoy, no siempre eran prueba de que tales personas estuviesen libres de caer en pecado (Mateo 7:22.) Estos dones hacían falta al principio en la iglesia: (1) como una garantía a los cristianos que acababan de convertirse del judaísmo o del paganismo, de que Dios estaba en la Iglesia; (2) para la propagación del cristianismo en el mundo; (3) para la edificación de la iglesia. Ya que tenemos todo el Nuevo Testamento escrito, el que ellos no tenían, y el cristianismo establecido como resultado de los milagros, no necesitamos de más milagros para atestar la verdad. Asimismo la columna de nube que guiaba a los israelitas fué retirada cuando ellos quedaron suficientemente asegurados de la presencia divina, como que la manifestación de la gloria de Dios se limitaba desde entonces al Lugar Santísimo. [Arzobispo Whately.] San Pablo expone en orden: I. La unidad del cuerpo (vv. 1-27). II. La variedad de sus miembros y funciones (vv. 27-30). III. El gran principio para el debido ejercicio de los dones, a saber, el amor (v. 31 y el cap. 13.). IV. La comparación de los dones unos con otros (cap. 14.) no quiero hermanos, que ignoréis—no obstante vuestra jactancia de vuestro conocimiento. Si seguís ignorantes desde ya, es vuestra la culpa, no mía (cap. 14:38).

2.—(Efesios 2:11.) que cuando erais Gentiles,…—ciegamente de acá para allá a voluntad de vuestros guías falsos. El griego es más bien: “como fueseis llevados,” esto es, al antojo, en diferentes ocasiones. Los oráculos paganos guiaban a sus admiradores a la aventura, sin principios definidos algunos. a los ídolos mudos—el griego: “a los ídolos que son mudos”: en contraste con el Dios viviente que “habla” en el creyente por su Espíritu (v. 3, etc.). Esto da la razón por qué los corintios habían menester de instrucción respecto de los dones espirituales, a saber, su pasada condición pagana, en la que no experimentaron poderes espirituales inteligentes. Ciegos, acudíais a los mudos.

3. Los principios negativo y positivo de la inspiración por el Espíritu: el rechazo o el reconocimiento de Jesús por Señor [Alford] (1 Juan 4:2, Joel 4:2; 1 Juan 5:1, Joel 5:1). San Pablo da la comprobación de la verdad en contra de los gentiles; San Juan, contra los falsos profetas. nadie que hable por Espíritu—“en el Espírtiu:” siendo éste en poder en él, y el elemento en el que él habla [Alford] (Mateo 16:17; Juan 15:26). de Dios—el mismo Espíritu a veces se llama “el Espíritu de Dios”, otras, “el Espíritu Santo,” o “Espíritu Santo.” Santidad infinita es casi sinónima con la divinidad. El término “habla” usado antes expresa el acto de pronunciar; éste se refiere a lo pronunciado. El griego es: “dice …” (no “llama”); significa aquí la confesión espiritual y creyente del Señor. anatema a Jesús—No una doctrina abstracta, sino el histórico y viviente Dios-hombre (Romanos 10:9). Los judíos y gentiles consideraron a Jesús como “anatema” (Gálatas 3:13). Véase “anatema a Cristo,” en la carta del pagano Plinio, (epístola 10:97). El hombre espiritual siente que él es la fuente de todas las bendiciones (Efesios 1:3), y el ser apartado de él equivale a ser maldecido (Romanos 9:3). nadie puede llamar a Jesús Señor—A menos que se reconozca como siervo (esclavo) de él (Isaías 26:13). “Señor” es la traducción que hace la Versión de los Setenta del nombre hebreo JEHOVA.

4. hay repartimiento de dones—Esto es, variedad de dotes espirituales peculiares a los diferentes miembros de la iglesia. Compárese: “repartiendo a cada uno particularmente” (v. 11). mas el mismo Espíritu es—Aquí se menciona la Santa Trinidad: el Espíritu Santo en este versículo; Cristo en el v. 5; y el Padre en el v. 6. Los términos “dones,” “ministerios,” y “operaciones,” corresponden a las tres divinas personas. Se trata del Espíritu en el v. 7, etc.; del Señor en el v. 12, etc.; de Dios, en el v. 28. Véase Efesios 4:4.

5. hay repartimiento de ministerios—Los “dones” (v. 4), “ministerios” (las varias funciones y servicios efectuados por los que tienen dones, (comp. v. 28), y “operaciones” (los efectos que resultan de los anteriores, por el poder del Padre que obra universalmente y que está “sobre todos, y por todos y en todos nosotros”), forman un clímax ascendente. [Henderson, La Inspiración. mas el mismo Señor es a quien el Espíritu glorifica mediante estos ministerios. [Bengel.]

6. hay repartimiento de operaciones—(Comp. v. 10.) mas el mismo Dios es el que obra—por su Espíritu (v. 11). todas las cosas en todos—Es decir, todos los dones obra él en todos los que los poseen.

7. Empero—Aun cuando todos los dones manan de un Dios, un Señor, y un Espíritu. la “manifestación” de los actos del Espíritu varía en cada individuo. a cada uno—de los miembros de la iglesia en particular. le es dada manifestación del Espíritu para provecho—con el fin de dar provecho a todo el cuerpo.

8-10. Se distinguen tres clases de dones por el vocablo griego “otro” (de clase distinta): allo, marca la especie; hetero, la clase (véase griego, cap. 15:39-41). I. Dones del intelecto, a saber: (1) sabiduría, (2) conocimiento. II. Dones dependientes de una fe especial, a saber, la de milagros (Mateo 17:20): (1) Sanidades, (2) obras milagrosas, (3) la predicción de eventos futuros, (4) el discernimiento de espíritus, o sea la facultad divinamente impartida de distinguir entre los que de veras eran inspirados y los que pretendían serlo. III. Dones referentes a las lenguas, a saber: (1) varias clases de lenguas, (2) la interpretación de lenguas. La lista del v. 28 no se quiso armonizar estrictamente con la que aparece aquí. Los tres géneros se mencionan sumariamente con ejemplos de cada uno, en el cap. 13:8. El primer género se refiere más a los creyentes; el segundo a los no creyentes. por … por … por—En el primer caso, la idea en el griego es: “por medlo de,” o “por la operación de”; en el segundo: “de acuerdo con” la disposición de (véase v. 11); en el tercero: “en,” esto es, bajo la influencia de (como significa el griego en Mateo 22:43; Lucas 2:27). palabra de sabiduría—La pronta exposición verbal (al ser impartida a otros, Efesios 6:19) de la sabiduría, o sea, la nueva revelación de la sabiduría divina en la redención, en contraste con la filosofía humana (cap. 1:24; 2:6, 7; Efesios 1:8; Efesios 3:10; Colosenses 2:3). palabra de ciencia—Mejor dicho: “de conocimiento.” La pronta exposición verbal de las verdades ya reveladas (en esto se distingue de la “palabra de sabiduría,” que se mencionó antes y que se relaciona con nuevas revelaciones). Véase el cap. 14:6, donde el término “revelación” (que corresponde a “sabiduría” aquí) se distingue de “conocimiento.” [Henderson.] La sabiduría y la revelación pertenecen a los “profetas;” el conocimiento, a los “enseñadores.” La sabiduría penetra más hondo que el conocimiento, que es “pasajero” (cap. 13:8). [Bengel.]

9. Fe—No de doctrina, sino de milagros: la confianza en Dios, por el impulso del Espíritu, de que él los haría capaces de obrar cualquier milagro necesario (comp. cap. 13:2; Marco 11:23; Santiago 5:15). Su naturaleza o principio es el mismo que el de la fe salvadora. a saber, una dependencia consciente en Dios; la causa productora también es la misma, a saber, un poder del todo sobrenatural (Efesios 1:19). Pero los objetos de la fe difieren unos de otros respectivamente. Por tanto, vemos que la fe salvadora no salva por su mérito intrínseco, sino por los méritos de aquél quien es el objeto de ella. sanidades—Este término se refiere a las diferentes clases de enfermedades, que necesitan diferentes métodos curativos. (Mateo 10:1).

10. operaciones de milagros—Ya que las “sanidades” son milagros, éstos que se señalan aquí deben referirse a milagros de poder especial y extraordinario (como significa el térmíno griego traducido por “milagros”); por ejemplo, las sanidades podrían ser efectuadas por el arte humano con el correr del tiempo: pero el hecho de resucitar muertos, la inflicción de la muerte al pronunciar una palabra, la transformación de venenos en algo inofensivo, etc., son milagros de poder especial. Comp. Marco 6:5; Hechos 19:11. profecía—Aquí, probablemente, no se refiere a la enseñanza pública efectuada por el Espíritu en el sentido más amplio (cap. 11:4, 5; 14:1-5, 22-39); sino, como expresa su posición entre. “milagros” y el “discernimiento de espíritus,” significa la revelación inspirada del futuro (Hechos 11:27; Hechos 21:11; 1 Timoteo 1:18). [Henderson.] Esta depende de la fe (v. 9; Romanos 12:6). Los profetas siguen en orden a los apóstoles (v. 28; Efesios 3:5; Efesios 4:11). Como la profecía es una parte de todo el plan de redención, se hacía necesaria una compenetración inspirada de las partes más oscuras de las Escrituras para tener una percepción milagrosa del porvenir. discreción de espíritus—El discernir entre la operación del Espíritu de Dios y la del espíritu malo, o del espíritu humano sin ayuda (cap. 14:29; comp. 1 Timoteo 4:1; 1 Juan 4:1, Joel 4:1). géneros de lenguas—La facultad de hablar en varios idiomas: así como también una lengua espiritual desconocida al hombre, hablada en estado extático (cap. 14:2-12). Esta está marcada en el griego como un género distinto, “de otra clase diferente.” interpretación de lenguas—(cap. 14:13, 26, 27.)

11. repartiendo … a cada uno como quiere—(v. 18; Hebreos 2:4).

12, 13. La unidad, no la invariable uniformidad es la regla que sigue la ley de Dios en el mundo de la gracia, así como en el de la naturaleza. Así como los varios miembros del cuerpo componen un todo orgánico así aquellos que tienen diferentes dones espirituales componen un todo orgánico, espiritual, el cuerpo de Cristo, en el cual todos son bautizados en un mismo Espíritu. así también Cristo—Esto es, el Cristo completo, la cabeza y el cuerpo. Así lee el Salmo 18:50 : “Su ungido (el Mesías, o Cristo), David (que es un tipo de Cristo) y su simiente.” por un Espíritu somos todos bautizados—Lit., “en un Espíritu” en virtud de. El fin para el cual fué instituído el bautismo, se realiza cuando no es frustrado por la infidelidad del hombre. todos hemos bebido—griego: “bebimos”—tiempo aorista—de un (mismo) Espíritu—Así aparecen los manuscritos más antiguos; otros leen: “en un Espíritu” (Juan 7:37). Aquí se hace una alusión indirecta a la cena del Señor, como se hace una alusión directa al bautismo en la primera parte del versículo. Así el “Espíritu, el agua, y la sangre” (1 Juan 5:8, Joel 5:8), de modo similar, combinan las dos señales externas con las cosas internas señaladas, a saber, la gracia del Espíritu.

14. La analogía del cuerpo, que no consiste exclusivamente de uno sino de muchos miembros, ilustra la dependencia mutua de los varios miembros de un mismo cuerpo, la iglesia. La bien conocida fábula del vientre y los demás miembros, dicha por Menenio Agripa a los proletarios secesionistas (Livio,Joel 2:32), probablemente ocupaba la mente de Pablo que estaba empapada de la literatura clásica.

15. Los miembros humildes no deben rebajarse ni ser rebajados por los más nobles (vv. 21, 22). pie … mano—El miembro humilde hace referencia a aquel de más dignidad que sea semejante a él; así el “oído” se refiere al “ojo” (siendo éste miembro más noble y más dominante, Números 10:31) (v. 16). También en la vida, cada uno se compara con aquellos a que más se aproxima en dones, no con los muy superiores. El pie y la mano representan al hombre de vida activa; el oído y el ojo, a los de vida contemplativa.

17. Por superior que fuera el ojo, no daría buen resultado el que dicho miembro fuese el único y todos los demás quedasen excluídos.

18. Mas ahora Dios ha colocado los miembros—como es en realidad el caso. cada uno … en el cuerpo—en particular.

19. si todos fueran un miembro ¿dónde estuviera el cuerpo?—el cual, por la misma definición, “tiene muchos miembros” (vv. 12, 14) [Alford.]

20. Mas ahora—como es en realidad el caso: en contraste con la suposición (v. 19; comp. v. 18). muchos miembros son,… empero un cuerpo—Dependen mutuamente unos de otros.

21. Los superiores no pueden deshacerse de los inferiores.

22. los miembros … más flacos son necesarios—Los más susceptibles a daño; por ejemplo: el cerebro, el vientre, el ojo. Su misma debilidad, lejos de hacernos pensar que son innecesarios, encarece el mayor cuidado de ellos como una “necesidad” imprescindible.

23. aquellos … más viles—lit., “más deshonrados.” “Creemos” los pies y el vientre son “menos honrados,” pero en realidad no es así. a éstos vestimos más honrosamentecalzando los pies, y cubriendo el vientre. los … menos honestos tienen más compostura—Las partes secretas son cubiertas por la gente más pobre, y aun por los salvajes.

24. Dios ordenó el cuerpo—“compuso:” sobre el principio de la mutua compensación. dando … honor al que le faltaba—a la parte deficiente [Alford] (v. 23).

25. Para que no haya desavenencia—“cisma” (véase v. 21); ninguna desunión; refiriéndose a las “disensiones,” o divisiones mencionadas (cap. 11:18).

26. si un miembro padece, todos … a una se duelen—“Cuando nos herimos un pie con una espina, todo el cuerpo lo siente y es afectado: la espalda se encorva, el vientre y la cadera se contraen, las manos acuden y sacan la espina, la cabeza se agacha, y los ojos examinan fijamente el miembro afectado.” [Crisóstomo.] si un miembro es honrado, todos … a una se gozan—“Cuando es coronada la cabeza, todo el cuerpo se siente honrado, la boca lo expresa, y los ojos reflejan la alegría.” [Crisóstomo.]

27. vosotros sois el cuerpo de Cristo, y miembros en parte—Miembros particularmente de él. Cada iglesia es en miniatura lo que todo el agregado de iglesias es colectivamente, “el cuerpo de Cristo” (cap. 3:16): y todos sus componentes individuales son miembros, cada uno en su designado lugar.

28. puso Dios en la iglesia—Así como “ha colocado los miembros … en el cuerpo” (v. 18). primeramente apóstoles—En un lugar superior aun al de los profetas. No solamente a los doce, sino que otros también así eran llamados, como Bernabé (Romanos 16:7). doctores—Quienes enseñaban mayormente las verdades ya reveladas; mientras que los profetas daban a conocer nuevas revelaciones, y todo lo que profetizaban lo hacían bajo la influencia del Espíritu. Así como los doctores tenían la “palabra de conocimiento,” así los profetas tenían “la palabra de sabiduría” (v. 8). En el término “doctores,” se incluían los “evangelistas y los pastores.” facultades—lit., “poderes” (“operaciones de milagros” v. 10). Los que practicaban este don eran de menor grado que los “doctores,” ya que la función de enseñar es más edificante, aunque menos llamativa que el obrar milagros. ayudas, gobernaciones—Los “ministerios” se dividen en inferiores y superiores (v. 5). En la primera división se hallan los diáconos, cuyo oficio era el ayudar en el alivio de los pobres, y estaban subordinados a ministros superiores al bautizar o predicar (Hechos 6:1; Hechos 8:5). También se incluyen aquí otros que ayudaban con su tiempo y sus medios en la causa del Señor (comp. cap. 13:3; Números 11:17). Los americanos similarmente usan el término “ayudas” en vez de “ayudantes.” En la segunda división se hallan los presbíteros, u obispos, cuyo oficio era el gobernar a la iglesia (1 Timoteo 5:17; Hebreos 13:17, Hebreos 13:24). Estos oficiales, ahora ordinarios y permanentes, eran originalmente dotados particularmente del Espíritu para su oficio, de ahí que son clasificados con otras funciones de carácter inspirado. El término gobernaciones (lit., manejar el gobernalle en los asuntos), tiene que ver con la ocupación en los asuntos externos, y no obstante su importancia en cuanto a asuntos legales es un don clasificado por el Espíritu entre las funciones inferiores. Véase “el que da” (correspondiente a “ayudas”)—“el que preside” (correspondiente a “gobernaciones;” Romanos 12:8). géneros de lenguas—Es decir, diversas clases de lenguas (v. 10)

29. ¿Son todos … etc.—por supuesto que no.

31. procurad—El término griego significa: “Desead a porfía.” No con un espíritu de codicia. El Espíritu reparte a cada uno particularmente como él quiere (v. 1); pero esto no impide que los creyentes deseen anhelosamente los mayores dones, y los busquen mediante la oración, en la vigilancia, y el desarrollo de sus facultades. Beza explica: “Tened en la más alta estima;” lo que concuerda con la distinción que él hace (cap. 14:1) entre “seguir la caridad” y “procurar los dones espirituales;” también concuerda (vv. 11, 18) con la soberana voluntad con que el Espíritu distribuye los dones, impidiendo así el que los individuos deseen los dones que no les han sido concedidos. Mas véase nota, cap. 14:1. los mejores dones—Los manuscritos más antiguos: “los mayores dones.” mas aun yo os muestro un camino más excelente—El griego: “Y además.” Además de encomendaros que tengáis el deseo ardiente de adquirir los mayores dones, estoy por enseñaros algo aún más excelente qué desear (lit., “un camino superior”): “el camino del amor” (véase cap. 14:1). Este amor o “caridad,” incluye tanto la “fe” como la “esperanza” (cap. 13:7), y lleva los mismos frutos (cap. 13) como los ordinarios y permanentes del Espíritu (Gálatas 5:22, o sea, la “longanimidad” (comp. cap. 13:4), la “fe” (cap. 13:7), “ el gozo” (cap. 13:6), la “mansedumbre” (cap. 13:5), la “bondad” (cap. 13:5), la “benignidad” (cap. 13:4). Este amor es la obra del Espíritu Santo, y tiene su origen en el amor a Dios, a causa del amor que él nos mostró en Cristo y tiene como resultado el amor al hombre, especialmente a los hermanos en Cristo (Romanos 5:5; Romanos 15:30). Este amor debe ser deseado más que todos los dones (Lucas 10:20).

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