LIBRO DE HABACUC

INTRODUCCION

HABACUC, de una raíz hebrea que significa abrazar, denota "favorito" (es decir, de Dios) y "luchador" (para el bien de su país). Algunos autores antiguos lo representan como perteneciente a la tribu de Leví; otros (Seudo Epifanio), a la de Simeón. La inscripción a Bel y el Dragón en la Versión de los Setenta afirma aquello; y el 3:19 de Habacuc tal vez favorece la segunda idea. Eusebio expresa que en su tiempo la tumba de Habacuc era señalada en Celia, en la Palestina.

El tiempo parece haber sido cerca del año 610 a. de J. C. Los caldeos atacaron a Jerusalén en el noveno mes del año quinto de Joacim, 605 a. de J. C. (2 Reyes 24:1; 2 Crónicas 36:6; Jeremias 46:2; Jeremias 36:9). Y Habacuc (Jeremias 1:5, etc.) indica que los caldeos estaban a punto de invadir a Judá, sin haberlo emprendido en efecto. En el capítulo dos él procede a consolar a su pueblo al predecir la humillación de sus conquistadores y el pronto cumplimiento de la visión. En el tres, el profeta en una oda sublime celebra las liberaciones obradas por Jehová a favor de su pueblo en tiempos pasados, como la base de su seguridad de que los librará otra vez, a pesar de todas las calamidades existentes; y el v. 16 muestra que el invasor solamente está acercándose, y que no ha llegado aún; así que en suma se refiere a la invasión del tiempo de Joacim, no a la del tiempo de Joaquín y Sedecías. El apéndice apócrifo al libro de Daniel manifiesta que él vivió para ver el exilio babilónico (588 a. de J. C.), lo cual concuerda con la noción de que profetizara en la primera parte del reinado de Joacim, alrededor del año 610. El orden del libro, después de Nahum es apropiado; por cuanto Nahum trató acerca de los juicios del Señor contra Asiria, por su violencia contra Israel, Habacuc trató cosas similares respecto a los caldeos, por la misma razón.

El estilo es poético y sublime; los paralelismos generalmente regulares. Ocurren ideas sugeridas por otras citas (véase 3:19, con Salmo 18:33; Salmo 2:6, con Isaías 14:4; Isaías 2:14, con Isaías 11:9).

Los catálogos antiguos denotan que su libro es parte del canon de la Escritura. En el Nuevo Testamento, Romanos 1:17 cita (pero sin nombrarlo) el texto 2:4; véase también Gálatas 3:11; Hebreos 10:38; Hechos 13:40, citan Habacuc 1:5. Se mencionan varias palabras hebreas peculiares a Habacuc (Efesios 1:9; Efesios 2:6, Efesios 2:16).

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