Isaías 39:1-8

1 En aquel tiempo Merodac-baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un presente a Ezequías, porque había oído que había estado enfermo y que se había restablecido.

2 Ezequías se alegró por ellos y les mostró la casa de sus tesoros: la plata, el oro, los perfumes y los ungüentos finos, toda su armería y todo lo que había en sus depósitos. No hubo cosa que Ezequías no les mostrara, en su casa y en todos sus dominios.

3 Entonces el profeta Isaías fue al rey Ezequías y le preguntó: — ¿Qué dijeron aquellos hombres, y de dónde vinieron a ti? Ezequías respondió: — Han venido a mí de un país lejano, de Babilonia.

4 Él preguntó: — ¿Qué han visto en tu casa? Y Ezequías respondió: — Han visto todo lo que hay en mi casa; nada hay en mis depósitos que no les haya mostrado.

5 Entonces Isaías dijo a Ezequías: — Escucha la palabra del SEÑOR de los Ejércitos:

6 “He aquí, vienen días en que todo lo que hay en tu casa, lo que tus padres han atesorado hasta el día de hoy, será llevado a Babilonia. No quedará nada, ha dicho el SEÑOR.

7 Y de tus hijos que procederán de ti, que tú habrás engendrado, tomarán para que sean eunucos en el palacio del rey de Babilonia”.

8 Ezequías dijo a Isaías: — La palabra del SEÑOR que has hablado es buena. Porque pensó: “En mis días habrá paz y estabilidad”.

ERROR DE EZEQUIAS EN OSTENTAR SUS RIQUEZAS ANTE LOS EMBAJADORES DE BABILONIA.

1. Merodachbaladán—Por espacio de 150 años, antes de la destrucción de Nínive por Ciaxares el Medo, una sucesión de gobernantes, en su mayoría virreyes de Asiria, gobernó a Babilonia, desde la época de Nabonasar, 747 A. de C. Esa fecha se llama “la Era de Nabonasar”. Entonces Pul o Faluka fué destronado, estableciéndose en Nínive una nueva dinastía, la de Tiglat-pileser. Semíramis, mujer de Pul, se retiró a Babilonia con Nabonasar, su hijo, cuya ascensión al trono de Babilonia, después del destronamiento de la antigua línea en Nínive, inició una nueva Era. A veses los virreyes de Babilonia se declaraban, por un tiempo, independientes de Asiria; eso mismo lo hizo Merodac-baladán por ese entonces, estimulado a ello por la derrota asiria en la campaña de Judea. Eso ya lo había hecho antes, en el primer año del reinado de Senaquerib, pero fué derrotado, como está consignado en caracteres cuneiformes en el palacio que ese monarca tenía en Koyunjik. Nabopolasar fué el primero en afirmar su independencia con carácter permanente; su hijo, Nabucodonosor, elevó a Babilonia a la altura que Nínive tuvo en otro tiempo; mas debido a la falta de piedra en las inmediaciones del Bajo Eufrates, los edificios de Babilonia, hechos de adobes, no han resistido al deterioro del tiempo como los de Nínive. Merodac era un ídolo, el mismo que Marte, el planeta y dios de la guerra (Jeremias 50:2). Los reyes llevaban frecuentemente los nombres de sus dioses, por estar de modo particular bajo su tutela; por ejemplo Belsazar proviene de Bel. Baladán significa Bel es su señor. La crónica de Eusebio contiene un fragmento de Berosus, en el que se dice que Acises, un virrey asirio, usurpó el mando supremo de Babilonia. Merodac (o Berodac) Baladán lo asesinó, y le sucedió en el trono. Senaquerib venció a Merodac-baladán, y dejó a Esar-haddón, su hijo, como gobernador de Babilonia. Merodac-baladán buscaría, como es natural, la alianza de Ezequías, quien, al igual que él, había sacudido el yugo del rey de Asiria; Ezequías también se alegraría de tener por aliado al rey de Babilonia contra Asiria; de ahí la excesiva deferencia con que trató a los embajadores del usurpador. enfermo—Esta es una razón adicional que se da (2 Crónicas 32:31). “Los príncipes de Babilonia enviaron a informarse de la maravilla realizada en el país”, a saber, la retrogradación de la sombra en el reloj solar de Acaz. Para los astrónomos caldeos, tal suceso tendría especial interés por haber sido el reloj solar inventado en Babilonia.

2. holgóse (alegróse, V. M.)—No fué el mero acto, sino el espíritu que lo animó, lo que provocó a Dios (2 Crónicas 32:25), “Ezequías no pagó conforme al bien que le había sido hecho, sino que se enalteció su corazón”. Cf. también el v. 31. Dios “prueba” a su pueblo en diferentes ocasiones y de diferentes maneras, para mostrarle “todo lo que hay en su corazón”, a fin de que se persuada de su multiforme corrupción. Confiérase con el caso de David en una ocasión semejante (1 Crónicas 21:1). casa de su tesoro—más bien, la casa de sus especias (aromáticas); de una raíz hebrea que significa hacer pedazos, como se hace con las especias para extraer sus aromas. plata y oro—tomado en parte a los asirios (cap. 33:4); y en parte proveniente de regalos (2 Crónicas 32:23, 2 Crónicas 32:27). ungüentos preciosos—usados para ungir a los reyes y sacerdotes. casa de armas—o bien, vasos en general; pero el pasaje paralelo de 2 Crónicas 32:27, “tesoros de escudos”, favorece la versión Reina-Valera. Era su arsenal.

3. ¿Qué dicen … de dónde?—lo que quiere decir que cualquier propuesta que viniese de los idólatras enemigos de Dios, con los cuales estaba prohibido celebrar alianza, debía recibirse de cualquier manera menos que con alegría. Depositar confianza en Babilonia más bien que en Dios, era un pecado semejante al de la precedente confianza depositada en Egipto (caps. 30 y 31). De tierra muy lejos—lo que indica que él no había hecho nada más propio que mostrarse atento para con los extranjeros “de un lejano país”.

4. Todo—Una franca y completa confesión de su falta. El rey somete su conducta al escrutinio de un súbdito, porque ese súbdito había sido revestido de autoridad por Dios. Contrástese con Asa (2 Crónicas 16:7).

5. Jehová de los ejércitos—El cual tiene tus bienes a su disposición.

6. vienen días—120 años más tarde. Es ésta la primera insinuación de que los judíos serían llevados a Babilonia, y la primera designación del lugar de su castigo. La profecía general de Moisés (Levítico 26:33; Deuteronomio 28:64); la particularísima de Ahías, en tiempo de Jeroboam (1 Reyes 14:15), “más allá de los ríos”; y la de Amós 5:27, acerca del cautiverio “más allá de Damasco”, se concentran ahora en esta específica de “Babilonia” (Miqueas 4:10). Fué una exacta retribución, ya que así como Babilonia había sido el instrumento para que Ezequías y Judá pecasen, así también sería el instrumento de su castigo.

7. De tus hijos … de ti—Los hijos que Ezequías (según nos cuenta Josefo) quería tener (Nota, cap. 28:3, sobre “lloró con gran lloro”), estarán entre los primeros en el sufrimiento. serán eunucos—lo que se cumplió (Daniel 1:2, Daniel 1:7).

8. haya paz … en mis días—el castigo no fué aplicado, como en el caso de David, (2 Samuel 24:13), en tiempos de Ezequías. El verdadero arrepentimiento se somete a todos los procedimientos de Dios, y encuentra razón para darle gracias cuando mitiga un tanto el castigo.

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