Manasés, ya sea que el rey Oseas consintiera, o el pueblo de Judá siguió los dictados de su celo, descuidando el orden regular de las cosas, que prohíbe a los súbditos de un reino interferir así con los de otro. Grocio) S. Aug., q. en Deut. vii. y 12. --- Si Ezequías dio órdenes, podemos suponer que se le aseguró el consentimiento de su vecino. Josías (cap. Xxxiv. 6) siguió su ejemplo después de que la mayor parte de Israel fue llevada cautiva y el país obedeció al rey de Asiria. C.

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