Labios. Septuaginta, "suficiente para mis labios y dientes". (Haydock) --- El vino en ese país era muy espeso, cuando se guardaba mucho tiempo. Aquí denota caridad, o las verdades del evangelio, Lucas v. 37 y Hechos ii. 13. En hebreo, "hacer que los labios de los que duermen hablen" (Calmet) como lo hicieron los apóstoles, en transportes de celo. (Teodoreto) --- Sin embargo, la lectura de la Septuaginta, Aquila, etc., parece preferible. (Calmet)

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