Pero. En hebreo: "Sin embargo, podrás matar y comer la carne que tu alma desee en todas tus ciudades, con la cual el Señor tu Dios te ha bendecido, el inmundo y el limpio comerán de ella, como de corzo", etc. (Haydock) --- La Vulgata traduce ver. 22 en este sentido, dando a entender que estas carnes no contrajeron ninguna santidad tan peculiar, como para excluir a los que eran inmundos, ver. 20. y Levítico xvii.

3. Fagio finge que sólo a los limpios todavía se les permitía comer de tales carnes, aunque los inmundos podían comer en la tierra prometida lo que era lícito, sin llevar a la bestia para ser sacrificada ante el tabernáculo. Pero esta opinión parece no tener una base sólida. Las bestias inmundas nunca se pueden comer. (Calmet) --- Pero aquellos que tuvieran algún defecto, fueron excluidos de ser sacrificados, Levítico xxii. 22. (Menoquio)

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