No obstante, podrás matar y comer carne en todas tus ciudades, todo lo que tu alma desee, conforme a la (i) bendición que Jehová tu Dios te haya dado; el inmundo y el limpio podrá comer de él, (k) como desde el corzo, y como el ciervo.

(i) Como Dios le ha dado poder y habilidad.

(k) Todos pueden comer igualmente en casa la bestia designada para el sacrificio y la otra.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad