Con orgullo. Esto no se expresa en hebreo, pero está claramente implícito (Haydock). La humildad es la virtud más difícil de practicar para un príncipe, en medio de los halagos de sus cortesanos y el esplendor con que se le rodea. Ver San Agustín, Ciudad de Dios v. 24. (Calmet) --- Sus hijos. Los reyes malvados rara vez dejaban una posesión tranquila del trono a sus herederos. (Menochius) --- David y su posteridad reinaron sucesivamente, por efecto de la bondad divina. (Calmet)

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